He de confesar, sin rubor alguno ya, que empieza a alarmarme la situación actual, no porque crea que es peor a la de hace unos años, sino porque puede que, a estas alturas de curso judicial y los duros años que llevo en la mochila, no tenga ni fuerzas, ni por supuesto y menos aún, ganas de racionalizar lo que está pasando. Creo estar experimentando de este modo, lo que vengo anunciando – desde hace meses - como el más fiel de los cuadros sintomatológicos de lo que denominé “síndrome ácrata” y lo más perturbador es que ni me preocupa.
Siento como voy peregrinando sin rumbo, no de la mano de Virgilio sino de la de Rajoy a quien ahora demonizamos, acusándolo de “mentir” y de “incumplir sus compromisos electorales”, por los círculos concéntricos que nos separan del Paraíso, materializado en lo que avezados economistas dieron en llamar “Welfare State”. A todos aquellos que ahora, apuntan con su dedo acusador - que no digo yo, sea sin falta de razón - a nuestro actual Presidente del Gobierno, me atrevería a preguntarles: ¿quién, creen ellos, que nos ha traído hasta este Infierno de cortes y recortes?... O incluso, yendo más allá en mi osadía: ¿cuál es, según su criterio, la mejor solución para salir de una situación a la que nos trajo una política descalabrada basada en el despilfarro y el ganduleo y en la que nos sigue manteniendo otra política limitada e ineficaz, empiezo a pensar que por INEPTITUD manifiesta?.
Vayamos por partes porque nos encontramos, sin duda, en el Infierno. Un Infierno en el que arden la culpa y el pecado de los ERE, de los casi seis millones de parados y de otros tantos desahuciados, de los sueldazos de altos cargos de las cuatro Administraciones por las que nos encontramos controlados: local, provincial, autonómica y estatal; arden, también, la corrupción y el despilfarro, arde una Banca usurera dirigida por criminales de guante blanco y corbata; los más vergonzosos y vergonzantes casos FAISÁN o CORREA - que para todos tengo - y que no se nos escape BÁRCENAS, ese “listillo” que sigue los pasos del Yernísimo Duque de Palma o, y siendo más reciente, el escándalo de la “falsa” Amy Martin… Y todos esos demás descalabros y dislates que han venido constituyendo el escenario de un Estado que estaba en la “Champion’s League de la Economía Mundial ”, que decía entonces el visionario… ¡Ja!.
Y de este panorama no era posible salir si no “con esfuerzo, con recortes, con sacrificio”… Se nos quejaron los “servidores públicos” o funcionarios – término muy denostado y que es más que aconsejable omitir en el uso diario, actualmente – de que siempre “pagaban el pato ellos”, yo les dije entonces y les digo ahora: “NO, SEÑORES, VDS. –y sálvese el que pueda que no es una generalización- TIENEN SU SUELDO A FINAL DE MES, TRABAJEN O HAGAN INTERMINABLES SUS TREINTA MINUTOS DE DESAYUNO, CUMPLAN CON SU OBLIGACIÓN O SE ANDEN URGANDO LAS FOSAS NASALES… Nosotros, los sufridos y castigados AUTÓNOMOS, EMPRESARIOS o PROFESIONALES LIBERALES, llevamos a nuestra espalda el peso de una MOROSIDAD que no es fruto del “recorte actual del Gobierno”, sino del fantasma de aquellos voceados “brotes verdes” que nos trajeron a este secarral que ahora devoran las llamas de unos incendios provocados y esperados, por más que previsibles.
Jamás hemos tenido una paga extraordinaria que, ahora, no echamos de menos, claro es, pero sí unos ingresos cada vez más mermados e irregulares, desde hace YA cinco años y vamos para seis. Tampoco tenemos derecho a la huelga, ni tan siquiera “al pataleo”, porque ese día, que no trabajamos o invertimos en protestar/”vandalear”, no cobramos – es más, trabajando sin descanso y sin treinta minutos para el desayuno, a duras penas subsistimos y cumplimos, mal que bien, con nuestros acreedores a final de mes -.
No recuerdo, tampoco – debe ser que estoy perdiendo memoria -, haber visto a la plantilla del funcionariado público llamando “sinvergüenza” al anterior Presidente del Gobierno, cuando nosotros, AUTÓNOMOS, EMPRESARIOS o PROFESIONALES LIBERALES, veíamos impotentes como nuestros deudores desatendían los pagos de los que nos nutrimos para afrontar los nuestros. Del mismo modo que no recuerdo – qué mala memoria la mía, de verdad - a ningún funcionario reivindicando, por ejemplo, para el colectivo de Letrados y Procuradores, el “derecho a la Sanidad Pública ” – que nos era negado – como justa contraprestación al cumplimiento de nuestras obligaciones tributarias. Nosotros éramos entonces unos “apátridas” a quienes se nos exigía, como a cualquier ciudadano, sin que se nos otorgaran, no ya los privilegios, si no los más mínimos derechos que asisten a todo español, que eso sí lo recuerdo, vaya por Dios.
Vamos a no quejarnos… que todos tenemos motivos y no armamos tanta alharaca, o en términos castizos, como se dice por ahí: “Esto, señores, es la Ley de la Tropa y cada uno, se jode cuando le toca…” que a cada cuál le duele su gremio y a mí me lleva doliendo más de un lustro ya”.
No quiero, no obstante, decir yo con esto que esté de acuerdo con la política seguida por el Gobierno de Rajoy, puesto que me parece un disparate – entre otros muchos que ya llevan cometidos, siendo el más sangrante, por inconstitucional, tal es mi criterio, el “TASAZO” de Gallardón - incrementar el IVA en tres puntos como medio de luchar contra el fraude fiscal. Si el Sr. Montoro, hombre instruído entre los mortales, pensaba que nuestros Clientes iban a estar dispuestos a sufragar un 21% más sobre nuestros Honorarios, para “regalárselos” al Estado en generosa contribución, iba dado… ¡Si ya nos pedían rebajas y fraccionamientos con el 18%…! ¿Creía, este alma de cántaro, que pedirían factura?, ¡pues no!. El efecto ha sido justo el contrario: o bien, castigar nuestras ya magulladas costillas y absorber el IVA a costa de nuestros Honorarios, con lo que evidentemente, el recorte en nuestra “nómina”, otro más, ha sido evidente (y aquí nos solidarizamos con los funcionarios, pero no protestamos tal es ya el grado de habitualidad en nuestra resignación) o bien “defraudar” al Fisco omitiendo declarar esos ingresos. Debiendo por tanto aquí, rendir un justo y merecido homenaje al Séneca de la Economía que no es tal logro para menor distinción.
Y sí, se equivocaron. De nuevo erró este Gobierno de Sabios, la subida del IVA está teniendo un claro efecto disuasorio sobre la estimulación del consumo que es, no hemos de olvidarlo, lo que mueve una economía, lo que debería activar una maltrecha economía como la nuestra. Siendo, según se pretende, el principal objetivo el de combatir el fraude y el engaño, dotemos pues a Hacienda de más y mejores medios para perseguirlo en lugar de crucificar a quienes ya hemos sido atravesados, en el costado, por la bruñida lanza de Longinos.
Pero no, en su lugar, se hacía preciso aplicar un “armisticio fiscal”, que hay que sacar los cuartos de debajo de las piedras aunque suponga premiar al chorizo, o darle un ligero pescozón, que tampoco es para tanto…
No voy a castigar, acusar o vilipendiar a Rajoy, no más allá de no volver a votarlo, que sí a censurar, como ya hice, a los entusiasmados parlamentarios de su grupo que aplaudieron sus recortes vociferando, ante los atónitos españoles que no daban crédito a tanta algarabía, pero que evitaban, eso sí, el vómito por si luego no podían volver a llenar el estómago. Tampoco voy ya a seguir concediéndole el beneficio de la duda, reconociéndole, no obstante, la gallardía de explicar por qué “donde dijo DIGO, dice ahora DIEGO”… Aunque suponga “tocarle las oropéndolas” a la Merkel (¡qué gran mujer ésta: grande, rubia y germana. Toda una jaca postinera!... A ver si el gallego la doma…).
No es fácil, queridos conciudadanos y parroquianos varios, que ahora reprobáis al sucesor del más irrefutable culpable de nuestra desgracia, por su ignorancia o ceguera – que ya lo dice el refrán: “No hay peor ciego que el que no quiere ver”-, recordaros que de donde no hay, no se puede sacar: Aznar dejó la Caja de la Seguridad Social en superávit, fue Solbes, Ministro SOCIALISTA de ECONOMÍA Y HACIENDA, quien nos aconsejó “contratar planes de pensiones” para asegurar una digna jubilación; Zapatero “minó” con su pasividad nuestras bases económicas, que por aquél entonces ya germinaban unos invisibles “brotes verdes” y ahora es Rajoy quien, con los escasos medios que nos dejó “el de la ceja”, trata de poner orden y concierto, sin ningún éxito que a la vista está, intentando, sin saber bien cómo, recuperar una más que perdida credibilidad internacional, para una Nación que, esperemos, no siga estando integrada, mayoritariamente, por “tontos-listos que viven de la sopa boba”, pillos, sinvergüenzas, desalmados, maleantes, estafadores y rufianes… que ya se sabe que en España, “LOS LISTOS NOS COMEN Y LOS TONTOS NOS JODEN…”. Dejemos a todos esos en cada uno de sus respectivos Círculos, que eran Nueve según el Maestro Dante, y todos encuentran en ellos su hueco…
Intentemos ahora, sin más quejas ni lamentos, sin más acusaciones ni falsas esperanzas, abrirnos paso a través del Purgatorio y tengamos luego memoria de quien nos sacó de él, que no fuimos sino NOSOTROS MISMOS, cuando por fin lleguemos al añorado Paraíso desde el que podamos ver “L'amor che move el sole e l'altre stelle...”