Me parece, sencilla y sinceramente, que peor ya no se
puede hacer. Este país de locos es un verdadero frenopático, cada día más. Una nación abocada
al más estrepitoso de todos los fracasos predecibles, gobernada por una panda de cuatreros
inútiles desde los tiempos de Felipe González. Los dislates, los casos más
sangrantes de corrupción y la exaltación de la imbecilidad humana en sus máximos
exponentes no ha tenido, desde entonces, interrupción alguna y sí una clara
línea, ascendente, de superación paulatina.
Y aquí seguimos... Unas escalofriantes cifras de desempleo,
una cada vez más empobrecida sociedad – y no hablo ya sólo de medios
económicos, sino intelectuales e, incluso, morales – y una legislación
hipotecaria, trasnochada y absurda, que data de 1.861 y que estos oligofrénicos
se niegan a modificar porque "hundiría el sistema bancario del país". Es decir,
haría saltar por los aires ese oscuro e imbricado entramado que Europa ha decidido “rescatar” a
costa de unas condiciones que soportan nuestros ya, casi exánimes, hombros y
que se ha “comido” un dineral que ahora vaya Vd. a saber cómo y cuándo podremos
devolver... si es que lo hacemos.
Pero aquí estamos: PRÉSTAMO
CON GARANTÍA HIPOTECARIA, origen de todos los males, ya previsto en el
Digesto – Derecho Romano del que bebió y sigue bebiendo nuestro Derecho Civil. Que
el Derecho, señores, se reduce al menos común de todos los sentidos que es,
precisa y paradójicamente, el sentido común o, aquello que es razonable. Y lo
que es razonable, habrá de ser, necesariamente, justo o equitativo – y que no
deja de ser una figura jurídica tan simple como lo que sigue:
Emilio “el pudiente” decide prestarle a Mariano “el
currito” la cantidad de 100’00 €, Mariano, solícito y escrupuloso cumplidor, siempre, de
las obligaciones que asume, ofrece como “garantía” del pago la entrega de un reloj,
caro y flamante, de manera que si Mariano no devuelve la cantidad que le ha
sido prestada, hará entrega a Emilio del reloj, así, sin más. Es decir en caso
de que no se haga efectiva la devolución del dinero prestado, la deuda quedará
saldada con la entrega del reloj, ofrecido como garantía de la íntegra
devolución del efectivo cedido en préstamo, dado que es lo convenido entre las partes.
Bien, pues si este ejemplo lo trasladamos a la realidad
social que se vino dando en España, la cuestión queda reducida a lo siguiente:
En un país con un futuro prometedor, el Sabio Prohombre
que lo gobernaba decidió que todos aquellos súbditos procedentes de otros Reinos
que quisieran venir a vivir en este "paraíso de las abundancias" podían hacerlo, sin
importar, en principio, que hubiera o no una infraestructura solvente para
acogerlos. Este Sabio Prohombre llamó con trompetas y tambores a todos aquellos
que decidieran afincarse en este fértil vergel, eso sí, sin haber previsto que una
vez aquí, pues es una nimiedad sin importancia, tendría que garantizarles derechos tan básicos como debían,
utópicamente, tener los súbitos nativos: al trabajo, a una vivienda digna, a la
educación y a la sanidad, por poner algunos ejemplillos sin mayor trascendencia
que la simple enumeración aleatoria.
Ante semejante reclamo fueron muchos los que llegaron en
busca “del Dorado” pues les aguardaba un futuro prometedor – así se lo
vaticinaban - y cada vez fueron llegando más y más, tantos que al final se
decidió que bastaba con un simple “ticket” del autobús para acreditar la
residencia de los forasteros que aquí moraban en una dudosa legalidad y así se hizo… ¡Y
venga alegría y venga alboroto y venga derroche…! Y era tanta la euforia y tan
esperanzador el futuro que se hacía preciso construir viviendas para todos y
era necesario, también claro, pagarlas y ¿qué mejor negocio para un Banco?, ¿acaso
no se dedican a “comprar” dinero barato para “venderlo” caro?. Así y si solo
bastaba el billete de un autobús para regularizar la situación del agradecido
“votante en potencia” no iba a ser menos para la Banca – que no lo olvidemos,
“siempre gana” - otorgar hipotecas con la única garantía de una nómina, que si
era de 900’00 € y la cuota hipotecaria lo era de 850’00 €, se cubría de sobra
el pago mensual, total, la gente se alimenta del aire… Y así fue. Hipotecas,
hipotecones, préstamos y prestamones… Que esto era el País de Jauja… y
seguíamos con la alegría, el alboroto y el despilfarro… ante el maná que caía
del cielo benefactor y así lo voceaba el Sabio a los cuatro vientos.
Poco a poco, el Sabio Prohombre – el más sabio de todos
ellos, a la vista estuvo entonces y ahora también lo está, por ser éste un extremo indubitadamente acreditado - se dio cuenta de que esto se iba al garete y como buen capitán de
navío, fue el primero en abandonar el buque que ya zozobraba. Agarró su
salvavidas y se dispuso a saltar desde la cubierta con un “¡Ahí os muráis todos que yo me voy!”.
Y entonces, poco después, llegó el cataclismo. Y a punto
estuvieron los “Visitantes”, todos ellos vestidos de negro y más serios que un ajo, de tomar las
riendas y asfixiarnos un poquito más que el Sabio nos dejó moribundos pero sin
el tiro de gracia, que aún lo estamos esperando con un afán liberador. Y la gente se indignó, los
regularizados dejaron aquí sus escasas pertenencias regularizadas y se
marcharon a sus regularizados países, hubo insumisos que se alzaron contra el pago de las hipotecas y
quienes intentaron parar los desahucios haciendo del derecho básico de todo
español a una vivienda digna el adalid de su lucha y otro Sabio Prohombre llegó
y así acabó Jauja convirtiéndose en el Averno y el nuestro, fue ya, un peregrinar sin rumbo hacia él, en círculos concéntricos... Pues no sabemos si vamos o venimos, que diría el Gallego...
Y ahora me pregunto, si Mariano Rajoy, "el currito", hubiera pedido una
hipoteca a Emilio Botín, "el pudiente", y dada su precaria situación económica, al encontrarse
en desempleo, no poder atender los pagos acordados… ¿entregaría su amado reloj
y quedaría obligado, de por vida, a devolver la cantidad pactada más los
intereses o… Emilio accedería a saldarlo a cambio de la entrega de la garantía pactada…?.
Esa es la cuestión.
Stefan Zweig dijo una vez: “Cuando los
revolucionarios llegan al poder dejan de ser revolucionarios”, puede que sea,
también, acertada aquella que indique “Nadie comprende al igual sino cuando está
en su misma situación” y aquí señores, lo que nos falta, es comprensión. Que a nadie le duele la llaga ajena tanto como a quien la padece.
Gracias por haber escuchado la solicitud que te hicimos de tocar temas juridicos jamas me habian explicado con tanta claridad lo que es en realidad una hipoteca y tal y como lo has dicho debia ser ilegal entonces lo que hacen los bancos.Es increible como nos manipulan y es increible tambien lo claras que tienes las ideas cuando te leo es cuando me arrepiento de no haber estudiado derecho a ti no hay quien te tome el pelo. Por favor sigue escribiendo sobre estas cosas que para los demas nos suenan a chino y claro asi vamos nos conformamos con lo que nos cuenta.Que injusticia. Hoy mas que nunca tengo que darte las gracias.
ResponderEliminarEl mérito no es mío, sino de quienes me habéis sugerido que hablara de temas jurídicos, a pesar de mis reticencias, especialmente se debe a Patricia y a su apabullante sentido de la practicidad, así que, en justicia, es a ella a quien deberías darle las gracias, no a mí.
ResponderEliminarSí, triste pero cierto: gobernar parece haberse convertido en el mejor sinónimo de MANIPULAR. En cuanto a lo de estudiar Derecho debo decirte que "nunca es tarde si la dicha es buena" y por cuanto respecta a que a mí no hay quien me tome el pelo, te diré que también me las cuelan... En fín, soy yo, quien hoy, como siempre, debe darte las gracias a tí por leerme y por participar.
Genial!. Tu inteligencia, tu astucia y tu sarcasmo hacen que todo lo que escribas sea no solo interesante sino ilustrativo y sintomatico de la persona que lo firma.
ResponderEliminarNuevamente enhorabuena, no es posible decir nada distinto a eso.
Muchas gracias.
EliminarLamentable que los que gobiernan y los que hacen ruido (que a eso le llaman oposicion) dediquen sus comisiones a elaborar leyes de transparencia que no serviran para nada y que todavia no se hayan enfrentado a modificar la ley hipotecaria, que es del s xix! Increible pero cierto. Y el tema de la inmigracion, mejor no lo has podido explicar.
ResponderEliminarLamentable, efectivamente, tanto los que ahora Gobiernan como los que se sientan en la bancada opuesta a cacarear y rebuznar... Una pérdida de tiempo la Ley de Transparencia porque mientras siga habiendo - y los habrá - chorizos sin escrúpulos siempre existirá el mecanismo de "saltársela a la torera" que en eso los españoles, somos expertos. Decididamente se hace tanto más preciso cuanto más necesario proceder a la revisión de la legislación hipotecaria, como único modo de frenar esta sangría. El tema de la inmigración es como es... no hay más y ahora de aquellos lodos vienen estos barros... Gracias por tu participación.
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