Seguir este Blog

lunes, 4 de junio de 2018

Judas el miserable.




Aquél que una vez dieron por muerto y que se alzara luego con una victoria en las primarias, tras crispar a los barones del PSOE con una obcecada actitud que casi destruye al Partido, se ha convertido, tras prometer –sin Biblia ni crucifijo- un cargo usurpado, en el nuevo inquilino de la Moncloa con el apoyo del exclusivo y selecto club de los enemigos declarados de España: separatistas, herederos de ETA e izquierda radical le han abierto, con ganzúa, la puerta de atrás, consecuencia de esos extraños avatares que, con frecuencia, favorecen las ambiciones personales premiando, injustamente, la soberbia y la estulticia más peligrosa. El oportuno desencadenante no ha sido otro que la sentencia del caso Gürtel, nada nuevo ha desvelado más allá de plasmar, con la solemnidad que otorgan los formulismos jurídicos, el recorrido cenagoso de una organización política cuyo pecado capital ha sido el endeble liderazgo de un estafermo remiso, permisivo y displicente. Reconozco que la actuación del PP ha sido, en términos éticos, más que cuestionable habiéndome erigido, muy a mi pesar y bien cierto es, en su peor azote pero habrá de convenirse también en que gracias a la gestión económica del gobierno de Rajoy, España empezaba a encontrar la estabilidad necesaria para volver a despegar dejando atrás la fiera crisis sufrida durante los últimos años. El batacazo en las urnas era previsible siendo por ello que se debería haber permitido al Gobierno, por el bien de la nación, agotar la legislatura en lugar de urdir un “pucherazo” en toda regla que ha hecho Presidente al más inepto de los aspirantes que, en toda la historia de nuestra Democracia, es posible encontrar. Una conjura orquestada sobre los cimientos del ego personal de Sánchez que ha hecho converger a los falsarios enemigos de España bajo la única consigna de “desalojar al PP” a cualquier precio y eso era lo de menos porque, aquí, quienes pagamos a escote somos los españoles. Estas alimañas carroñeras han medido al milímetro el beneficio que les va a reportar tan ilegítima conspiración y las consecuencias de poner al timón a un botarate como, se ha demostrado, es Pedro Sánchez y, sin duda, se habían percatado previamente de la situación de inestabilidad que iba a generarse en los mercados y la más que predecible pérdida de confianza de los inversores pues esta panda de conspiradores busca sólo la destrucción de nuestro país. Escuchar el agresivo discurso de Hernando desde la tribuna de oradores durante la mañana del pasado viernes fue confirmar que el PP y, por ende, Don Mariano iban a morir matando y que lejos de hacerse, por éste, un ejercicio de generosa responsabilidad y patriotismo ofreciendo su dimisión por el bien de España y manteniéndose en funciones hasta convocar nuevas elecciones otorgó a Sánchez el papel de gran gurú en ese suicidio colectivo que es, sin duda, lo que nos espera. Hay que saber reconocer los errores, tener la humildad de asumirlos y la gallardía para superarlos y los españoles nos merecíamos la oportunidad de elegir a nuestros representantes en lugar de cargar, inermes, con las consecuencias de la azarosa carambola que ha terminado dando a Judas el miserable las armas con las que destruirnos: las fuerzas y demás grupúsculos que han amparado la tentativa de un golpe de Estado y que debían estar ilegalizados son quienes han propiciado el poder a un traidor incapaz de combatirlos y que lo terminarán destruyendo. Así es nuestra Democracia que, un día, se entendió modernizada tras quebrar aquél denostado, hoy añorado, bipartidismo. Me van a permitir, amigos lectores, que no felicite al nuevo y flamante Presidente pues termino de escribir estas líneas contemplando el incierto y más que oscuro horizonte que se le presenta a España mientras pienso en que se ha quedado una preciosa tarde de domingo… para que nos atropelle un tren.

Publicado en la columna de los lunes, Reflexiones de butaca, diario VIVA JAÉN, 04/06/2018.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu participación en este Blog, recuerda que tu comentario será visible una vez sea validado.